Turismo
Próxima a Figueras y a la Ría del Eo, , situada en una hondanada y protegida de los vientos y los ataques del Cantábrico.
En ella, el turista, además de bañarse, tomar el sol, pescar ó disfrutar de la "Hollina", una balsa natural, podrá contemplar los restos de un hermoso castillete de mina de carbón, o merendar en el Area Recreativa ubicada próxima a la Playa y que tiene su mismo nombre
Playa de arenas y cantos que se encuentra al lado de los muelles de Figueras. Posee una intensa actividad durante la temporada estival.
Desde ella se puede obtener una bella panorámica de la Ría del Eo y el Puente de Los Santos
La Playa de Penarronda destaca por su alto valor ecológico.
Está dominada por el Castelo, enorme piedra redonda horadada por un túnel que da nombre a la playa.
Declarada Monumento Natural por su sistema dunar y la presencia de especies vegetales protegidas, como el alhelí de mar y el narciso marino pero es en la ría , con sus luces cambiantes donde Castropol ofrece al visitante la esencia mágica de si misma, existen atractivos roquedales, playas y calas, hermosísimas ensenadas: Vilavedelle (con su castro), Linera (con perenne vocación y noble ejecutoria por la carpintería de ribera, que construyó allí urcas para la Armada Invencible y esbeltos bergantines).
Se puede recorrer bien por tierra, a través de la treintena de kilómetros que la bordean, cerrada por el Puente de los Santos, que enlaza las riberas gallega y asturiana, desde la atalaya figuerense de San Román hasta la galaica capilla de San Miguel; ó bien en barca, disfrutando de la bahía
La cocina de Castropol, como concejo de mar y montaña, es rica y abundante.
En la zona costera encontramos todos aquellos platos que tienen como materia prima los productos marinos, especialmente los procedentes de la ría del Eo, como las ostras y las almejas.
Y como simbiosis de ambas, ese complemento de sabores que ofrecen huerta y mar en un solo plato. Almejas a la marinera, lubina al horno, sargo a la espalda, fabes con almejas, paellas de marisco, patatas con cabeza de merluza.
En los últimos tiempos se asiste a una renovación de la cocina local que, junto con las formas tradicionales, integra cada vez más estos productos autóctonos, configurando platos cada vez más elaborados (no hay que dejar de probar las fabas con ostras) y de exquisito paladar.
Y como postres, frisuelos, arroz con leche, flan... Todo un amplio abanico de placeres.